Según las personas especialistas en temas relacionados con la mente humana, nuestro cerebro no ha evolucionado mucho desde aquellos tiempos en que éramos parte de la cadena alimenticia de muchos depredadores. En ese tiempo, cada sonido, cada movimiento era interpretado por nuestro cerebro como peligro inminente y mortal. Dicho de otro modo nuestro cerebro sigue mortalmente asustado.
Y hay muchas razones para que nuestro cerebro esté asustado. Estamos en pandemia, con una, dos, tres y quizás cuatro olas. Con cuarentenas que van y vienen, con vacunas que llegan pero no llegan, con trabajos que se licuan frente a la inteligencia artificial o que se los llevó el estallido social y el confinamiento estricto, con distanciamiento social, teletrabajo, exceso de información sin fundamento y alarmista.
Una de las claves de 2020 para mi fue lograr una mejor comprensión de mi mente. Escuchando a Elsa Punset me encontré con dos conceptos que pusieron en simple como mi mente funciona. Ella propuso que nuestra mente es como velcro para lo malo, lo negativo y debido a que es velcro, captura y retiene todo lo que yo deje entrar a mi mente, al final del día, de la semana, del mes o de los meses, llega a pesar mucho. Pero que también es como teflón para lo bueno por lo que casi no lo retiene.
Esa simple manera de explicarlo confirmó algo que yo ya sabía. Mi mente producirá pensamientos con la materia prima que yo provea. Si me paso todo el día viendo «malas noticias» probablemente tendré pensamientos de miedo, inseguridad, pero si me paso todo el día alimentando mi mente con información positiva y realista, con planes, con propósitos, la cosecha será totalmente distinta.
Entonces, ¿Cómo hacer para no tener miedo?
He aquí algunas ideas:
Primero: Filtre todo lo que deja entrar a su mente. Dicho de otra manera use mascarilla y escudo facial para su mente. En mi caso, yo instalé un punto de control en el que chequeo los papeles de lo que quiere ingresar a mi mente y no dejo que se llene de pensamientos haraganes
Segundo: Ocuparnos no preocuparnos. Establecer un propósito claro, firme, magnético, por escrito y detallado y un plan para hacer que suceda con metas e hitos cuantificables. Acto seguido ponernos en acción, pues la ley dice: «la persona que siembra cosecha, no la que necesita»
Cada vez que yo hago lo que he descrito en el párrafo anterior, entonces avanzo, incluso en medio de 2020 y todos sus desafíos. ¿Quiere dejar de tener miedo? Póngase en camino. Haga!!
Si le ha parecido valioso quizás quiera compartirlo con otros. Gracias por ello